La hipertensión es un aumento desproporcionado de la presión arterial. Una enfermedad mucho más peligrosa que la de dolor articular. Como todo el mundo probablemente adivina correctamente, la hipertensión está relacionada con los vasos sanguíneos. Todo funciona como un todo. El corazón es la bomba, los vasos sanguíneos transportan la sangre y ésta se mantiene en constante movimiento. ¿Y cómo saber si la hipertensión le está afectando?
- Medición de la presión arterial
- Utilización de instrumentos modernos
- Determinación basada en valores
Puede medirse la tensión arterial en casa con la ayuda de un aparato de medición. Como alternativa, puede utilizar un equipo más preciso en uno de los hospitales.
Partir de los valores medidos
Es importante saber cuáles son las causas de la hipertensión. La mayoría de las veces es obesidad, estrés, falta de ejercicio, alcohol, tabaquismo excesivo y salazón excesiva de los alimentos. Todo esto conduce a un aumento de la presión arterial, que no debe subestimarse. Puede que no merezca la pena.
Presión | Sistólica | Diastólica |
Presión óptima | Menos de 120 | Menos del 80 |
Presión normal | 120 a 129 | 80 a 84 |
Alta presión | 130 a 139 | 85 a 89 |
Hipertensión de primer grado se diagnostica a una presión de 140 a 159 y de 90 a 99. Valores aún más elevados conducen entonces al segundo grado, o al tercer grado. Este último se asocia a valores excesivamente altos, superiores a 180 y 110.
Hipertensión - Síntomas y reducción de la tensión arterial
No hay que diagnosticar la hipertensión sólo por las lecturas. Este tipo de enfermedad también tiene sus síntomas. Por ejemplo fatiga, dolores de cabeza frecuentes, acúfenos, sueño de mala calidad y palpitaciones ocasionales. Algunos pueden incluso sentir presión en el pecho y jadear durante el movimiento. No subestime ninguna de estas causas.
El tratamiento de la hipertensión debe consultarse con el médico. Éste le recetará la medicación adecuada y le hará ciertas recomendaciones. En efecto, éstas son contrarias a las causas de la hipertensión. En pocas palabras, debe empezar a moverse más y llevar un estilo de vida saludable. De lo contrario, la hipertensión puede provocar un ictus. La insuficiencia cardiaca, o infarto, no es una excepción.