La encefalitis transmitida por garrapatas no es lo mismo que la Obesidadque muchas personas se han provocado a sí mismas. Como revela el nombre de la enfermedad, el origen es una garrapata infectada que supone un riesgo importante para la salud humana. Además de la encefalitis transmitida por garrapatas, éstas son capaces de transmitir otras enfermedades.
- Enfermedad de Lyme
- Anaplasmosis
- Tularemia
Cabe señalar que una garrapata adherida puede no ser el germen de la enfermedad. La infecciosidad de las garrapatas ronda entre el tres y el cinco por ciento, dependiendo del destino concreto.
Encefalitis transmitida por garrapatas y sus fases
La encefalitis tiene esencialmente dos fases. La primera va acompañada de náuseas, dolores musculares, articulares y de cabeza. Estos síntomas se añadir fiebres. Lo peor es que con la encefalitis no se encuentra la proverbial mancha en la piel como con la enfermedad de Lyme. ¿Y qué hay de la propagación de esta enfermedad en la República Checa?
Año | Número de pacientes |
2008 | 631 |
2011 | 861 |
2018 | 715 |
2022 | 697 |
Tras la primera fase, por supuesto, llega la segunda, que es mucho peor. La persona infectada empieza a sentir somnolencia, hipersensibilidad a la luz y dolores de cabeza insoportables. Esto suele ir acompañado de vómitos, parálisis de las extremidades inferiores y superiores o rigidez completa del cuello.
Tratamiento limitado y secuelas permanentes
La encefalitis transmitida por garrapatas se asocia con opciones de tratamiento limitadas. Un buen sistema inmunitario de la persona infectada desempeña un papel crucial en todo el curso del tratamiento. La vacunación es un capítulo en sí mismo, que no debe subestimarse. La enfermedad es entonces un largo recorrido.
Aunque la encefalitis transmitida por garrapatas se cure, algunos individuos pueden seguir experimentando efectos permanentes que hacen incómoda la vida cotidiana. Los dolores de cabeza recurrentes son un ejemplo típico. Pueden aparecer problemas auditivos y de memoria. Puede dificultar la concentración y la propia enfermedad puede alterar el sueño. En el peor de los casos, experimentará parálisis de las extremidades y un estrés desagradable.
Si decide vacunarse contra la encefalitis transmitida por garrapatas, prevea al menos tres dosis. Cada dosis de refuerzo adicional se administra con un intervalo aproximado de una vez cada cinco años.